Desde Puente Tocinos, en Murcia, Javier nos cuenta su historia. Fue invitado por su párroco a una cena y se encontró con toda una experiencia que ha cambiado su vida.
Mi nombre es Javier
Os voy a poner un poco en antecedentes. Soy padre de tres hijos y estábamos preparando el bautizo del pequeño, pero ese bautizo lo quería vivir como una renovación en mí.
Para hacer las cosas bien, sentí que lo primero que debía hacer era preparar una buena confesión y acercarme a ver a José Antonio, nuestro párroco.
Una confesión después de veintitantos años alejado de la iglesia.
Dios quiso que el día de mi confesión fuese viernes, casualmente el mismo día que comenzaba Alpha tan solo unas horas después.
José Antonio me dijo:
"Te invito a cenar esta noche en casa de unos amigos, hoy comenzamos un proyecto nuevo, para personas que tiene inquietudes, puedes ir hoy y si no te gusta no vuelves; es totalmente libre."
Le dije que sí, y aunque no pude asistir a esa primera reunión por cuestión de tiempo, fui a la siguiente y sin saber cómo, no he fallado a ninguna reunión a pesar del lío que llevamos todos, de horarios, niños etc.
¿Qué puedo deciros de Apha? Que ha sido una experiencia inolvidable.
Encontrar un grupo de personas que no conocía de nada pero con las que compartía la misma sensación de vacío.
Hemos confiado, nos hemos alimentado en todos los sentidos.
Ha sido increíble la organización, la presentación de los platos, las exposiciones y la paz que se encontraba allí.
Personalmente puedo deciros que no tenía ningún nexo con la parroquia y ahora me siento parte de ella. He conocido durante este tiempo a personas maravillosas.
Esta ha sido para mí la primera Cuaresma y la primera Semana Santa que he vivido de verdad, todo ha sido nuevo porque realmente soy un hombre nuevo.
El cambio en mi día a día ha sido total. Así que solo puedo dar gracias al Señor, a mi mujer, por comprender mi deseo ir de cena Alpha todos los viernes, y a todos los que de alguna manera habéis hecho que Alpha sea una realidad, un comienzo de algo infinito.
¡Mil gracias!